EL GOLPE DE REMO (Y la ausencia de democracia en la pedagogía)
- JUAN ALBERTO JIMENEZ SERRANO
- 31 may 2017
- 5 Min. de lectura
El conocimiento se genera de manera horizontal. La imposición del conocimiento por una instancia que no sean los participantes en el proceso educativo abre siempre la duda de qué intereses se están representando en esa selección del conocimiento y qué papel juegan los participantes en el mismo.

Me gustaría iniciar esta entrada con una experiencia personal que se remonta a los tiempos en los que cursaba secundaria:
Era una fresca mañana en el infinito llano albaceteño, cuando los alumnxs recibíamos en suma excitación y alboroto la noticia de que nuestro docente no iba a presentarse aquella mañana (curiosa es de entrada la reacción de absoluto jubilo, que se produce cuando el obligadx es aliviado de sus deberes). Otro docente del centro vino para mantenernos “vigiladxs” durante aquel espacio, que por una vez, sería libre para hacer aquella actividad que gustásemos. Mi buen amigo José, zurdo desde que tiene memoria, estaba aprovechando ese tiempo para escribir, por el gusto de hacerlo, mientras el resto nos dedicábamos a dibujar, hacer deberes retrasados, estudiar para el siguiente examen, mirar la fotografía de rey o ensimismarnos hasta el encefalograma plano. El docente y/o vigilante de guardia, directamente, y sin opción a debate, le dijo a José que debía escribir con la mano derecha y no con la izquierda, José se quedó bloqueado y confuso, el resto de la clase se detuvo y empezó a observar aquella desconcertante situación. José, joven pero lucido, cuestiono el porqué de aquella orden si él utilizaba naturalmente y con destreza la mano izquierda. Fue en aquel momento cuando la tensión, por la naturaleza ahora palpable de enfrentamiento, crecía y atrajo toda nuestra atención. El docente dictatorialmente alegó que se debía escribir siempre con la derecha, y a poder ser, dominar el arte del uso de la pluma. José pronto comprendió la imposibilidad de dialogo o aceptación, le dijo por última vez que no iba a escribir con la mano derecha, se levantó bruscamente y salió rápidamente del aula, mientras el resto de la clase explotamos en un bullicio de exaltación ante la pequeña primera revolución que lanzo una chipa flamígera que nos liberó por primera vez de una invisible opresión de la que nunca habíamos sido conscientes. “Lo que pasa en las escuelas reprime identidades, cuerpos, deseos, pero también alimenta la posibilidad de la rebeldía, de la subjetividad transformadora, de la conciencia crítica, de la creación de libertad”. (Martínez, 2013:24).
Un ente superior fabricará unilateralmente un sendero unificado y homogéneo, donde se nos dará la condición de objetos, en el mejor de los supuestos de sujetos sujetados, en un proceso de adoctrinamiento, materializado en el curriculum y el libro de texto, que seguirá religiosamente un patrón estático, pre-elaborado, cerrado, fragmentado en disciplinas y con la división estanca entre la experiencia del sujeto y el conocimiento. Ahora comprendo las reacciones de júbilo y libertad que ya desde bien jóvenes experimentábamos, ante un proceso que nos jerarquizaba, nos imponía, que nunca nos preguntó ni qué ni como, que fomentaba la competición en lugar de solidaridad o la empatía, que abusaba de la autoridad y el miedo como método de control ante un proceso tan desnaturalizado y artificial que era imposible que tuviera nuestra voluntaria aceptación. Una educación que se olvidó de la vida para centrarse en la producción, que nunca engancho a nadie y cuyos conocimiento impuestos, a base de porrazos de memoria, fueron expulsados como un objeto extraño fuera de nuestro cuerpo. Unas formas ineficaces que nos hicieron dedicar años y años sentados en una silla para al final de la cadena de montaje tener algunos conocimientos, aislados y poco sólidos, que deberán tomarse en serio y ponerse a tono ya en la universidad. A cambio de esta nube difusa de conocimientos, mayormente científicos, hemos enterrado bien profundamente capacidades naturales, que un día fueron innatas, como el debate, la reflexión crítica, pensamientos divergentes, la empatía, la creatividad o la curiosidad. Desde la didáctica crítica apostamos por un proceso basado en el dialogo y la horizontalidad. Donde el alumnx, el ser humanx, esté en el centro de su propio viaje, participando, interaccionando, despierto, activo y bullente. La base más sólida para construir este sujeto político será la confianza y el amor que surge al regar la semilla de la curiosidad relacionados con su experiencia vital, que tienen significado y relevancia personal, que te llevan a explorar los conocimientos a través de la comunicación y la participación en un proceso dinámico basado en la confianza y la implicación.

Colectivo Cala: Procesos grupales, participación e implicación
“El diálogo no agota la experiencia cuando esta se hace común, ni aquel cesa entonces, sino que la comunicación es dialéctica y reconstruye la experiencia, es decir, la inquieta, la motiva a renovarse. Por ello, el maestro debe obrar de tal manera que aumente el significado de la experiencia presente". Dewey Debemos partir de reconocer sujeto a sujeto a los individuxs/alumnxs como seres humanxs, con todas sus singularidades y universos personales, con los cuales se realizará un proceso horizontal, común y personalizado de creación de acontecimientos relacionados y significantes con su propia experiencia vital. Crearemos un escenario donde colectivamente exploremos los valores y saberes que merece la pena ser transmitidos por: Tener relevancia con nuestra vida presente e inquietudes, estar basados en éticas que fomenten el buen vivir y el fomento de la reflexión crítica y el pensamiento creativo, como rescatamos de Freire: “necesarios para impulsar la ética de la vida y el compromiso con la transformación social”.

Colectivo Cala: Procesos grupales, participación e implicación
La naturaleza democrática del proceso didáctico crítico reta el encasillamiento curricular clásico, la homogenización y la aceptación pasiva e inerte de conocimientos externos. La educación emancipadora no es un solo un sendero educativo, si no, uno por cada individuo involucrado en él, inmerso en un proceso comunitario, donde todxs compartimos y aprendemos, incluyendo como iguales a la educación no formal e informal, como parte de un proceso inclusivo de la totalidad de la realidad que nos rodea, donde nosotros somos protagonistas y creadores.
La ausencia de democracia deriva en autoritarismo, en lugar de todos tener poder repartido por igual, encontramos a alguien que ha acumulado todo el poder que nos correspondería y que se nos ha sido despojado. Cuando existe esta desigualdad, aparece una idea de legitimación en el poderoso, que finalmente, desemboca en imposiciones y formas violentas.
BIBLIOGRAFÍA Jaume Martínez Bonafé: El sujeto político y la educación. Universitat de València. Cuadernos de Pedagogía, Nº 455, Sección Opinión, Abril 2015, Editorial Wolters Kluwer, ISBN‐ISSN: 2386‐6322. Martínez Bonafé, Jaume: “La pedagogía del deseo”. Colectivo Cala: Lectura sobre procesos grupales, participación e implicación Martínez Bonafé, Jaume, 2016: ¿Y por qué no discutimos el currículum? (Jaume Martínez Bonafé, 2016) Martínez Bonafé, Jaume, 2013: Teorías y pedagogías críticas. Borrador de tesis o postulados de base. (En Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 77, 27 2, pp. 23-34) Martínez Bonafé, Jaume, 2013: La ciudad como contenido del curriculum. (En Cuadernos de Pedagogía, Nº 447, 2014, pp. 81-83) Colectivo Cala "Los cinco objetos", dentro del Proyecto Objetiv@. Martínez Bonafé, Jaume (2013): “Las reformas en la formación inicial del profesorado. ¿Pero cuáles son los buenos saberes de las buenas maestras?” en Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, ISSN 0213-8646, Vol. 27, 3, Nº 78, 2013 Martínez Bonafé, Jaume: Cómo doy mi clase Martínez Bonafé, Jaume: Ministerio de Educación Seminario Internacional de Textos Escolares Santiago de Chile. 19, 20 y 21 de abril de 2006. ¿De qué hablamos cuando hablamos de los libros de texto? José Luis González: El método Dewey. Democracia y educación (En blog: #ineditviable) http://ineditviable.blogspot.co.uk/2013/11/el-metodo-dewey-democracia-y-educacion.html
Esta entrada busca profundizar en el apartado 7 del DECÁLOGO DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA, construido de forma colaborativa dentro de la Asignatura Didáctica Crítica, del Máster de Cooperación Internacional y Educación Emancipadora de Hegoa. 2017. Impartida por Gloria Sosa (Colectivo Cala) y Jaume Martínez Bonafé.

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